Lesión de epitrocleitis o codo de golfista

Por 18 julio, 2016 Blog No Comments

Vamos a tratar en este artículo la Epitrocleitis o codo de golfista. No es necesario jugar al golf para poder desarrollar esta lesión, cualquier actividad que implique una flexión de muñeca continuada puede provocarnos una Epitrocleitis.

La Epitrocleitis, básicamente un problema de tensión

Si, basicamente es una lesión originada por un problema de tensión muscular aunque realmente la lesión en si es la inflamación tendinosa de los músculos encargados de flexionar la muñeca.  El dolor lo sufriremos en el lugar donde se insertan los tendones, a la altura de nuestro codo en su parte interna pero si hacemos una palpación profunda en la musculatura de nuestro antebrazo, en su parte interna, notaremos también dolor. Esto pasa porque aunque los tendones es donde más se manifiesta el dolor, en los músculos también habrá mucha tensión la cual se transmite al tendón que como siempre es la parte más débil de la cadena. Los motivos de tener estos músculos flexores demasiado tensos pueden ser varios: portar a un bebé en brazos durante horas al día en donde flexionamos la muñeca para realizar un agarre más seguro, trabajar cargando cajas, por levantamiento de pesas y si, también por jugar al golf por ejemplo. La mayor complicación ante esta lesión es el no poder reducir la actividad ya que difícilmente podremos dejar de trabajar, criar o en general dejar de mover nuestras manos y brazos.

¿Qué medidas tomar ante una Epitrocleitis?

​Pues bien, como ya hemos dicho anteriormente, el problema de esta lesión es la dificultad par dejar de hacer las actividades que nos dañan, sobre todo cuando son laborales o por la crianza de un bebé. Partiendo de la base que las actividades de la vida diaria van a suponer una agresión sobre los tendones y que la clave de la curación de un tendón es la regeneración del colágeno que lo forma ¿cómo podemos conseguir que la balanza entre degradación del tendón y su regeneración se ponga a nuestro favor? Pues podremos hacer varias cosas:

  • Automasajes en la cara interna de nuestro antebrazo.
  • Estiramientos de la musculatura afectada.
  • Toma de suplementos regeneradores de tendón con vitamina C, vasodilatador para facilitar la llegada de sangre y por tanto la regeneración, antiinflamatorio natural, etc…
  • Pedir a nuestro fisioterapeuta que nos ayude con vendajes que reducirán la tensión en músculos y tendones.
  • Hidratarse abundantemente para facilitar la llegada de sangre con oxígeno y nutrientes a la zona ya que estos tendones son muy largos y tienen un bajo aporte sanguíneo.

Si deseas conocer más sobre el tratamiento,  contacta con Clínica Jesús Machado | Equilibrio Funcional. ¡Te esperamos!