Plantillas personalizadas y sus diferencias

Por 15 marzo, 2017 Blog No Comments

Si eres usuario de plantillas personalizadas quizás te has preguntado alguna vez por qué hay una diferencia notable de materiales, durezas, precio y resultado entre unas y otras.

Cuando hablamos de plantillas personalizadas hay un grandísimo abanico de productos que se engloban bajo esa definición. Cualquier plantilla que se adapte a la forma determinada de un pie se denomina plantilla personalizada.

En primer lugar es importante dejar claro que cualquier geometría que pongamos debajo de nuestros pies va a tener un efecto directo en nuestra forma de pisar y en nuestra salud. No existen “plantillas personalizadas neutras”. Todo lo que tiene una geometría va a generar un efecto en nuestra pisada: o positivo o negativo.

Es habitual encontrarnos con pacientes que han llegado a la conclusión de que “las plantillas no son para mí” porque han tenido malas experiencias anteriores.Al igual que pasa con unas gafas graduadas, el funcionamiento correcto de las mismas dependerá de que nos hayan sido graduadas con la graduación correcta. Si yo necesito 2.4 dioptrías y se me han puesto 4, posiblemente pueda llegar también a la conclusión errónea de que “las gafas no son para mí”. También es importante dejar claro que no todo el mundo necesita unas plantillas personalizadas, pero es cierto que aquel que las necesita puede mejorar mucho su calidad de vida si las cosas se hacen bien.

En el efecto que vaya a tener la plantilla personalizada van a influir tres factores fundamentales:

1.-El estudio diagnóstico previo que se realiza

2.-La toma del molde del pie

3.-El material y tipo de fabricación de la plantilla

1.-Estudio diagnóstico. ¿Quién y dónde debe realizarlo?

Esta es una parte fundamental del proceso, que va a depender a su vez de dos factores: el profesional que lo realiza y los medios tecnológicos con los que cuenta. El profesional más capacitado para realizar el estudio de la pisada es el podólogo, ya que cuenta con una formación específica para ello y con una acreditación a nivel legal para poder emitir diagnósticos y prescribir tratamientos para solucionar los problemas de la marcha. Es importante recordar que un técnico ortopeda (que es el profesional que presta la atención en una ortopedia), no está cualificado ni técnica ni legalmente para emitir un diagnóstico ni para prescribir una plantilla personalizada. La ortopedia sólo puede fabricar la plantilla bajo las instrucciones que le llegan en una receta. La plantilla sólo puede ser recetada (prescrita) por un médico o por un podólogo. Ni un fisioterapeuta ni un Licenciado en Ciencias de la Educación Física y el Deporte pueden legalmente prescribir una plantilla. Otra cosa distinta es que en algunas tiendas de deporte o algunos fisioterapeutas puedan realizar estudios biomecánicos encaminados o bien a indicar la zapatilla más apropiada, en el caso de las tiendas, o bien para evaluar funcionalmente a un paciente para plantear una terapia de fisioterapia adecuada, en el caso de los fisioterapeutas. Pero en ningún caso pueden prescribir una plantilla personalizada. En Equilibrio Funcional | Jesús Machado estamos cualificados para analizar tu pisada y prescribir este tipo de plantillas, ya que somos fisioterapeutas licenciados en Podología, y centro oficial de Podoactiva en Sevilla

podoscopio

Una vez aclarado quién es el profesional cualificado para prescribir la plantilla es importante dejar claro que no todos los podólogos cuentan con el equipamiento técnico necesario para realizar un estudio biomecánico completo.

Antiguamente se exploraban los pies con la ayuda de un cristal con un espejo debajo (podoscopio), en el que el paciente se ponía de pie y la huella se reflejaba en el espejo. Hoy en día este instrumento sólo puede ser una pequeña parte del estudio biomecánico ya que estudiar el pie exclusivamente en posición estática (en parado) puede llevarnos a errores importantes, ya que habitualmente la posición que adopta el pie en movimiento no es la misma a la que adopta cuando está parado.

La instrumentación mínima, según mi criterio, para poder realizar un estudio biomecánico con datos cuantificables, es una camilla (donde realizar una parte muy importante de exploración del paciente), una plataforma de presiones (que permite analizar el reparto de cargas en el pie tanto en parado como en movimiento), un sistema de análisis de vídeo en 2D (convencional) para registrar al paciente en movimiento, un tapiz rodante o bien un pasillo de marcha suficientemente largo (10-15m), y lo ideal sería disponer de sistemas de análisis cinemático en 4D,que permiten obtener datos objetivos sobre la influencia de la pisada en otras estructuras como la rodilla, cadera o columna.

La diferencia entre estos sistemas de análisis en 4D y el vídeo convencional es que sobre un vídeo convencional, aunque podemos utilizar programas que nos permiten dibujar ángulos sobre las imágenes, los datos obtenidos de estos ángulos no son reales, ya que la situación real es un movimiento en tres dimensiones (largo, ancho y profundidad) y la foto sobre la que estamos tomando las medidas es una imagen en dos dimensiones (largo y ancho). Por poner un ejemplo, es como si de una fotografía en la que aparecemos delante de una montaña quisiésemos sacar la distancia que hay desde nosotros hasta la montaña que aparece detrás. Es imposible porque la imagen no tiene la información de profundidad. Es exactamente lo que pasa cuando intentamos sacar datos sobre una imagen sacada de un vídeo en 2D, que son los sistemas de grabación de una cámara normal. Desde luego si el estudio se realiza a un deportista es muy importante contar con sistemas que permitan analizar otras estructuras además del pie y hacerlo con sistemas de análisis cinemático real en 4D para que los datos sean reales. Este tipo de equipamiento va a estar en clínicas podológicas especializadas en biomecánica y es importante informarse previamente de si la clínica que vamos a visitar cuenta o no con este tipo de tecnología.

2.-Toma del molde

Esta parte del proceso es muy crítica para el correcto funcionamiento de la plantilla. Tradicionalmente hemos empleado dos sistemas para realizar la toma del molde: o bien un molde de yeso realizado contra el pie del paciente o bien tomar la huella pisando sobre una caja de espuma fenólica (una espuma que se deprime al pisarla con el pie y queda la huella hundida en la caja). Ambos sistemas son artesanales y como todo lo artesanal, irrepetibles. Si tomamos dos moldes seguidos al mismo paciente, los dos moldes serán distintos (en mayor o menor medida) y si el paciente pisa dos veces en dos espumas fenólicas, también tendremos dos moldes distintos (porque dependerá de la fuerza con la que haya pisado, la alineación del pie, la fuerza que haya ejercido el podólogo con su mano ayudando al apoyo, etc.). Ambas metodologías, que han sido utilizadas durante mucho tiempo y con buenos resultados en muchos casos, tienen un margen de error importante ya que, como decía anteriormente, no son replicables ni cuantificables, que son dos atributos muy importantes cuando queremos acercar nuestro trabajo al método científico.

moldes

Por este motivo, se comenzó a trabajar hace años en el estudio del escáner 3D del pie, que nos permite obtener una imagen en 3D con mucha precisión del pie del paciente en unas condiciones determinadas. Teníamos claro que el molde se debía de realizar en carga, es decir, con el paciente de pie, ya que es la situación más real en la que queda reflejada la influencia del peso del paciente, de su laxitud ligamentosa, etc. La imagen del pie con el paciente tumbado en la camilla puede ser muy diferente a la que adopta ese pie cuando el paciente está de pie y eso puede generar importantes hipercorrecciones en el tratamiento.

Ahora bien, si captábamos la imagen del pie del paciente pisando encima de un cristal (que es cómo se obtenía en los escáner convencionales), obteníamos una imagen muy deformada del pie (ya que el tejido blando del pie se aplasta contra el cristal y la imagen obtenida no nos servía para diseñar una plantilla correcta).

3.-Fabricación de la plantilla personalizada

Lógicamente este es otro punto que va a tener una influencia directa en el funcionamiento correcto del tratamiento.

Aquí debemos distinguir tres factores:

– El diseño de la plantilla.

En esta fase es muy decisivo contar con un molde “virtual” en lugar de un molde real (de escayola por ejemplo), ya que sobre ese molde virtual en nuestro caso lo que hacemos es aplicar conceptos como el “cálculo de elementos finitos” en el departamento de ingeniería, que permite personalizar el diseño de esa plantilla en función del diagnóstico del podólogo, de la geometría obtenida en el escáner y del cálculo de cómo las cargas que genera el paciente al caminar o correr afectarán a la futura plantilla. De esta forma podemos diseñar plantillas que tengan distintas geometrías y espesores para cada paciente en función del objetivo que se perciba. Todas y cada una de las plantillas fabricadas son distintas ya que tienen geometrías y espesores distintos para cada uno de los pacientes. Si no existen dos pies iguales no deberían de existir dos plantillas iguales.

En nuestro caso contamos desde hace varios años con un sistema de Inteligencia Artificial que permite buscar entre todos los pacientes el más parecido al que tenemos delante y saber qué tratamiento fue el que más éxito tuvo, de forma que todos los profesionales que trabajamos en Podoactiva nos aprovechamos del conocimiento obtenido por el resto del equipo. Para eso es necesario trabajar todos bajo un mismo protocolo e instrumentación tecnológica. Aquí entra en juego el concepto de Big Data, tan de moda en la actualidad, que no se trata de otra cosa que de tener en una misma nube los datos de todos los pacientes, con el objetivo de aprender de los errores y de los aciertos de todos los profesionales que componemos el equipo.

plant

– Fabricación de la plantilla personalizada

Durante muchos años hemos fabricado nuestras plantillas de forma totalmente artesanal, adaptando un material a un molde físico. El principal problema que nos planteaba esta metodología era la falta de cuantificación y precisión del procesocuando un paciente nos pedía un segundo par de plantillas. En este caso nunca el segundo par era idéntico al anterior, ya que cuando la plantilla se fabrica artesanalmente hay muchos factores que influyen en el resultado final (deformación del molde en la segunda adaptación, temperatura del horno, temperatura ambiente, tiempo de adaptación, presión ejercida en la adaptación, pulido manual, etc.). Por este motivo, desde hace siete años apostamos por un proceso de fabricación robotizada desarrollado en un ambicioso proyecto de investigación realizado en colaboración con la Universidad de Zaragoza. Gracias a este proceso conseguimos mediante mecanizado de alta precisión a doble cara replicar con desviación de micras la plantilla diseñada.

La fabricación convencional de plantillas se ha llevado a cabo deformando con calor y presión un material para adaptarlo a un molde físico. Dicha deformación por calor y presión supone una importante agresión a las propiedades mecánicas del material que tiende a volver a su situación original (es decir, que tiende a aplanarse). El hecho de “esculpir” la plantilla de un bloque macizo hace que al no tener que aplicar ni presión ni calor sobre el material, las propiedades mecánicas de la plantilla sean muy superiores ya que mantiene las propiedades originales del material.

– El material con el que se fabrica la plantilla

Habitualmente se han utilizado materiales fáciles de adaptar mediante calor y presión como el EVA, las resinas o el polipropileno. Estos materiales se suministran en planchas de distintos espesores de forma que hay que elegir el espesor de la plancha que se quiere utilizar, y ese espesor va a ser igual en toda la plantilla. Esto hace que la personalización de la plantilla sea limitada.

En Podoactiva se ha desarrollado una aleación exclusiva basada en polipropileno, carbono y otros aditivos. Con dicha aleación se fabrican los bloques de los que se esculpe cada una de las plantillas. De cada bloque únicamente se aprovecha aproximadamente el 2% del material, reciclando el resto para otros usos menos exigentes.

En este gráfico podemos ver un estudio realizado en el Instituto de Biomecánica de Valencia (IBV) en el que se fabricó la misma geometría de plantilla en distintos materiales y se sometieron a ensayos de carga.

La respuesta mecánica de las plantillas Podoactiva Elite Sport están claramente por encima de las fabricadas mediante el resto de materiales.

En este ensayo también se probaron las plantillas fabricadas en poliamida mediante impresión en 3D mediante sinterizado de alta gama. Aunque el resultado es bueno, la respuesta mecánica era inferior a la del material que usamos actualmente.

Seguro que en el futuro aparecerán nuevos materiales y tecnologías de impresión en 3D que mejorarán las prestaciones actuales. En Podoactiva llevamos más de cinco años trabajando en impresión en 3D y creemos firmemente en esta tecnología, aunque en la actualidad no es la mejor opción para la fabricación de una plantilla personalizada.

Lo que buscamos en una plantilla es que sea capaz de deformarse en cada paso (teniendo una deformación controlada en función del objetivo que se permita), y que recupere en cada paso su posición original. Una plantilla muy rígida anula el efecto amortiguador del pie pudiendo favorecer la aparición de lesiones por sobrecarga mecánica (por ejemplo las condropatias). En cambio una plantilla muy blanda generará un efecto de inestabilidad que puede afectar muy negativamente a estructuras como la rodilla. El componente mecánico fundamental de una plantilla tiene que ser la elasticidad y la alta resistencia a la fatiga ya que la carga que soportan nuestros pies es realmente elevada, sobre todo cuando hablamos de deportistas.

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En Equilibrio Funcional | Jesús Machado, centro oficial de Podactiva en Sevilla, que consta de un importante departamento de innovación e investigación en el que podólogos, ingenieros, físicos, técnicos, etc., trabajan en equipo con el objetivo de seguir mejorando en todos los procesos que intervienen en la generación de una plantilla personalizada: estudio biomecánico, diseño, fabricación robotizada y generación de nuevos materiales.

Detrás de cada tratamiento con una plantilla personalizada Podoactiva está el trabajo de un equipo de más de 150 personas y un proceso complejo. La plantilla sólo es una parte del proceso del tratamiento en el que se incluyen el estudio previo, escáner del pie, prueba de la plantilla, las revisiones pautadas del primer año de uso y la garantía de satisfacción, de forma que si no se consigue el efecto deseado se realizan todos los ajustes necesarios o incluso la repetición del tratamiento sin coste.

Nuestro objetivo es poder ofrecer el mejor tratamiento con plantillas personalizadas del mercado para conseguir nuestra mejor recompensa: la confianza de nuestros pacientes.

 
 

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